En una entrevista que le hicieron para un periódico deportivo al lado del parque cerrado junto al estadio Santiago Bernabeu, me acuerdo que estabamos él, el periodista y yo, que fuí incapaz, sea todo dicho de paso, de pedirle un autógrafo. Por allí andaba al fondo Antonio Zanini, reclamado también para susurrarle a la grabadora...
Desde entonces he apretado los puños cada vez que Carlitos tocaba la gloria o caía al abismo.
Me enamoré de como pilotaba y me acuerdo nitidamente de su debut en el mundial de rallyes al volante de un Sierra Cosworth en Portugal, todo un logro en aquella época.
El tiempo creo que me ha otorgado una visión objetiva de su carrera y opino que aunque no llegó a ser en numerosas ocasiones el más rápido, si fué el más completo e inteligente de su época, creando un gran entendimiento con sus copilotos. La mala suerte que tuvo en muchas ocasiones sirvió para que sus detractores y la gente que no entendía de rallyes se metiera con él.
Desde luego ya nadie le puede quitar el título del primer español en ganar un campeonato del mundo de rallyes, no sé si será el primero en disputar una prueba del mundial pero de todos modos la leyenda está servida, a partir de aquí es tarea nuestra mantenerla y engrandecerla en los oídos de nuestros predecesores.
Enhorabuena por ese triunfo en tierras americanas y gracias por los buenos ratos.
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